Balor era un rey gigante de los Fomorianos, parecido a un cíclope, y puede considerarse una deidad solar en su aspecto destructivo.

Su sobrenombre era Balor Bailcbhéimneach (“Balor, el que golpea fuerte”). Se cree que su nombre pudo significar originalmente “el que brilla”, en relación con el sol.

Tenía un único ojo gigante en la frente, generalmente cerrado y oculto por siete cubiertas. Al retirarlas, se producían efectos devastadores en la vegetación y el paisaje:

1. Con la primera cubierta, los helechos comenzaron a marchitarse.
2. Con la segunda, la hierba se volvió de color cobrizo.
3. Con la tercera, los bosques y la madera comenzaron a calentarse.
4. Con la cuarta, salió humo de los árboles.
5. Con la quinta, todo a su alrededor se puso rojo.
6. Con la sexta, provocó chispas.
7. Con la séptima, prendió fuego a todo y el campo ardió.

La vaca mágica Glas Ghoibhneann

Goibhniu, el herrero de los Tuatha Dé Danann, poseía una vaca famosa llamada Glas Ghoibhneann, capaz de llenar cualquier recipiente con rica y cremosa leche. Balor deseaba esta vaca y, junto a un sirviente, la llevó desde las montañas de Mourne (donde pastaba con su ternero) hacia su fortaleza en Wicklow.

Indicó al sirviente mantener siempre al ternero delante para que la vaca no mirara atrás y no notara que abandonaba Ulster. Todo fue bien hasta cruzar el río Boyne: la vaca miró hacia atrás, vio las montañas de Mourne al norte y lanzó un terrible bramido. Balor, al girarse, olvidó cubrir su ojo: la vaca y el ternero quedaron convertidos en piedra.

Estas rocas son las dos islas de Rockabill, en el mar de Irlanda a unos 7 km de la costa de Skerries (Condado de Dublín). Cerca de Baltray, con vistas al estuario del Boyne, hay dos menhires de época prehistórica; la piedra mayor, al mirar a lo largo de su eje, parece apuntar a Rockabill, a unos 23,5 km al sureste.

Hace unos 5.000 años (Neolítico), el sol del solsticio de invierno, visto desde las piedras de Baltray, parecía salir desde las islas Rockabill.

El relato de Balor robando la vaca mágica puede describir el movimiento solar a lo largo de la costa, del verano al invierno, desde las montañas de Mourne (noreste) hasta Rockabill (sureste), donde el sol de pleno invierno amanece detrás de las islas.